Análisis: Super Mario Galaxy

Posted on 0:58 by Eduardo C


Recientemente acabé de jugar este título del 2007 que fue uno de los juegos más esperados de la consola Wii cuando salió a la venta. Tuvo una muy buena acogida y hasta ahora es uno de los juegos mas vendidos para la consola, y con mucha razón ya que estamos frente a un producto de gran calidad, tal como uno espera de los juegos de Nintendo.

La historia es la de siempre: Bowser rapta a la princesa Peach y Mario tiene que ir a rescatarla. Adicionalmente en esta aventura se presenta a un nuevo personaje, Rosalina, quien acompañada por unos seres en forma de estrellas, los Destellos, asistirá a Mario en su misión ya que esta vez también se pone en juego la integridad del universo. Ah, verdad, ese es también un nuevo elemento en el juego: ahora, como el título lo indica, la acción transcurre en el espacio. Y decir que estamos frente a un “Mario 64 en el espacio” sería pecar de injustos dado que el elemento interplanetario es muy importante en el juego y es explotado con gran maestría por los diseñadores para ofrecernos una experiencia como ninguna otra se haya dado en el venerable género de los juegos de plataformas.


La estructura del juego en sí es parecidísima al clásico Mario 64: Tenemos un escenario principal, en este caso el Observatorio de Rosalina (una nave espacial) reemplazando al castillo de Peach, en el cual deberemos explorar y desbloquear áreas para acceder a los mundos, esta vez denominados Galaxias, y cumplir misiones en ellos para obtener Estrellas y finalmente reunir las suficientes para el enfrentamiento final con Bowser. Una vez acabado pasado el final del juego, uno puede seguir jugando para acceder a un nuevo grupo de Galaxias y acabar las misiones que se saltaron para lograr obtener todas las Estrellas y desbloquear algunas sorpresas finales.

Las Galaxias en sí están conformadas por “planetas” de las formas mas inverosímiles (¿nadie esperaba realismo, no?, bien), desde paradisíacos planetas primaverales conectados por tallos hasta planetas que mezclan hemisferios de con cambiantes mareas de lava y agua gélida, pasando por juguetes gigantes, planetas que se desinflan, cilindros transparentes huecos, mansiones fantasmales con paredes que desaparecen, planetas que se arman a medida que avanzas y cubos de plataformas cambiantes con sentido de gravedad variable. No se puede describir toda la variedad de entornos y mecánicas y es sorprendente la tremenda creatividad con la que han sido diseñados los distintos niveles. En serio, que se fumaron. Quiero un poco.


Desplazarse por las galaxias es una delicia debido a lo bien diseñadas que están, haciéndote pensar cada cierto tiempo “ala, que ingenioso”. A esto se le suman los comodísimos controles con el que controlamos a Mario: stick analógico para el movimiento, A para saltar, Z para caer en picado (a.k.a. "El Potaso"), apuntar con el wiimote para recoger pedazos de estrellas, B para disparar pedazos de estrellas y agitar el wiimote para realizar un movimiento giratorio que se emplea para golpear o atontar enemigos, activar propulsores y realizar otras acciones más. En sí los controles son bastante naturales y en algunas situaciones tienen otros usos ( mantener el equilibrio el wiimote para mover una esfera caminando sobre ella, soplar burbujas con A, etc ) lo que le da mas variedad al juego. Como en todo juego de Mario existen power ups: las clásicas vidas extra y energía extra, flor de fuego para disparar bolas de fuego, flor de hielo para caminar sobre el agua, traje de abeja para volar y trepar, traje de resorte (¿?) para dar grandes saltos y estrella roja para volar con libertad.

Las misiones son también bastante variadas y con objetivos como llegar a lugares de difícil acceso, competir con otros personajes, obtener cierta cantidad de ítems y pelear con jefes. A diferencia de anteriores entregas ahora también existen lo que los Cometas, los cuales cambian de ubicación a lo largo del juego y permiten jugar misiones especiales que dependen del tipo de Cometa: acabar una misión regular con un tiempo máximo, recolectar monedas moradas, acabar una misión regular sin ser dañado, carreras contra un Mario oscuro o acabar una misión regular con los enemigos acelerados. En general la dificultad se puede considerar media (pasables tras algunos intentos), con unos pocas misiones fáciles y varias difíciles y hasta frustrantes (las misiones de limpiar la basura con bombas son de pesadilla).


El aspecto visual ha sido muy cuidado, haciendo buen uso de las capacidades del Wii y guardando un sentido estético que nos logra mantener maravillados al recorrer los mundos. No se puede dejar de lado la fantástica banda sonora que contiene mezclas de temas clásicos de los juegos de Mario junto con nuevos temas orquestales que complementan genialmente los niveles y hasta se sincronizan con los movimientos del personaje en algunas fases.
El juego incluye la opción de juego cooperativo, de tal manera que el segundo mando colabore recogiendo pedazos de estrellas apuntándolos, disparando esos pedazos y atontando enemigos, lo que es bastante adecuado para un acompañante que quiera participar sin complicarse con calcular saltos y golpes.

En fin, creo que se nota que el juego me ha gustado mucho y que he disfrutado como un enano jugándolo. Es un juego imperdible de la consola y si no tienes Wii recomiendo que te averigües quien tiene una y le des una probada. El año pasado se anunció una secuela para este año (inserte baile de felicidad improvisado) que promete traer novedades en la jugabilidad como una herramienta para atravesar planetas y al fiel compañero de aventuras, Yoshi. Como diría Mario: ¡Yahoooo!

1 comentarios:

Nadies dijo...

Los Destellos son la agrupación que cantó para el Oscar desde el Perú? :D

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