Abuquet!

En los últimos años se han estado clasificando a los jugadores en dos grupos: los jugadores hardcore y los jugadores casuales. Básicamente los hardcore son los que dedican gran parte de su tiempo a jugar e informarse sobre videojuegos y los casuales no. Para pintar mejor la idea: los hardcores son los que van pendientes de los últimos títulos, se tiran una gran cantidad de horas jugando, gastan buen dinero en juegos, consolas y mejoras para sus PCs, se amanecen en cabinas, acampan en la calle frente a las tiendas cuando se va a vender una nueva consola al mercado, leen revistas sobre videojuegos, leen blogs sobre videojuegos(¡aja!), asisten a eventos sobre videojuegos y participan en competiciones... los casuales no. ¿Quienes son estos casuales, entonces? Pues son gente que juega en sus ratos libres entre otras actividades de mayor prioridad para ellos, prefiriendo juegos de flash, de celular, juegos ligeros de escritorio y recientemente juegos en redes sociales como facebook.


Las diferencias no paran ahí sino que se distinguen dos marcadas preferencias en cuando a que tipo de juegos prefiere cada grupo. A los hardcore les gustan los juegos con los mejores gráficos, historias elaboradas y grandes retos. A los casuales les gustan los juegos de corta duración, fáciles de aprender y con retos manejables.

Después de leer las definiciones mas aceptadas de esta clasificación uno se puede preguntar que tan correcta es realmente, especialmente después de notar la gran cantidad de discusiones que se desatan al respecto. Y es que se pierde de vista que solo son generalizaciones extremas de una realidad mas compleja que pueden resultar útiles para referirse al público hacia el que van orientados algunos productos.

Para empezar si bien existen jugadores hardcore y jugadores casuales, existen tambien muchos jugadores que no encajan con las anteriores definiciones pudiendo tener actitudes de uno u otro tipo (o de los dos) bajo diferentes circunstancias. Algunos ejemplos: un joven de 25 años que siendo propietario de una consola de última generación se descarga en ella un juego tipo puzzle (generalmente catalogados como casuales) para descansar entre partidas de Modern Warfare o para cuando no tiene mucho tiempo disponible para jugar otros juegos que requieran mas tiempo; una señora de 50 años que diariamente pasa gran parte de su tiempo libre jugando Bejeweled compitiendo por el primer lugar en un portal de juegos en flash; un hombre de 30 años que se mantiene al día con las noticias del mundo de los videojuegos pero que se limita a jugar mas que nada juegos sencillos en su celular al no disponer de mucho tiempo libre; una mujer de 40 años que se conecta a jugar World of Warcraft por unos 20 minutos diariamente antes de dormir para distraerse un rato matando bichos. En estos casos clasificar a alguno de hardcore o casual sería perder de vista aspectos importantes de su interés en los videojuegos.

Tampoco es muy atinado querer clasificar a los todos juegos como hardcore o casual, dado que hay muchos de ellos que desafían esa clasificación (Portal, Super Mario Bros, Rock Band, ...) al incorporar elementos que resultan atractivos para ambos grupos de jugadores. Al igual que con los jugadores, forzar una de las categorias a estos juegos ocasiona que se de una idea equivocada de ellos.

En conclusión, es engañoso querer dividir a los jugadores en estas dos categorías débilmente definidas que agrupan comportamientos supuestamente extremos pero que son compartidos indistintamente por muchas personas,dando una idea demasiado simplista de sus preferencias. Asimismo no se puede esperar que todos los juegos, ni siquiera la mayoría, correspondan adecuada y exclusivamente con los intereses que estas etiquetas suponen en ambos grupos y se presta mas bien a dar impresiones erróneas de lo que los títulos pueden ofrecer.